El reto fue rediseñar el envase de mantequilla de la marca Cadí, reconocida por su calidad y trayectoria.
Teníamos que transmitir la exclusividad y autenticidad del producto. Encontramos la solución racionalizando la información
en el diseño del envase. Eliminamos, además, elementos superfluo y añadimos un elemento de prestigio
creamos un sello conmemorativo de los 100 años de vida del producto.
La gama de quesos, requesón y derivados lácteos conservan su personalidad, manteniendo los rasgos comunes de la marca.